Una pirámide para un museo

Una pirámide para un museo

En París está uno de los museos más conocidos a nivel internacional, se trata del Louvre, un antiguo palacio que desde finales del siglo XX alberga el museo nacional de Francia, un referente en arqueología y arte previo al impresionismo. Para entrar a ver esta gran colección, se creó en su momento una pirámide de cristal que se encuentra en el centro del patio del palacio, la conocidísima Pirámide del Louvre.

Fue a finales del siglo XX cuando al gobierno francés, presidido en aquel momento por François Miterrand, decidió convertir el palacio del Louvre en el museo nacional del país. Para poder entrar, el propio Miterrand encargó la creación de una pirámide de cristal al estadounidense Leah Ming Pei en 1983. El resultado de esta petición se materializó en una estructura piramidal del 200 toneladas que mide algo más de 21 metros de alto y los lados de su base cuadrada miden prácticamente 35,5 metros. Contiene 603 rombos y 70 triángulos de cristal y fue la primera gran construcción que utilizó vidrio laminado para su realización.

La pirámide del museo del Louvre fue inaugurada por primera vez en 1988 y de nuevo al año siguiente. El Louvre, sin embargo, como museo llevaba funcionando desde el siglo XVIII. Cuenta con una superficie de 210.000 m2 en los que aloja un total de 487.000 obras, 7.000 pinturas y 380.000 objetos y antigüedades. Todas estas piezas que componen la colección se encuentran en el lugar debido que a las grandes colecciones que poseían tanto la monarquía francesa como otras personalidades de la Ilustración fueron desamortizadas durante la Revolución Francesa. A eso se le suman las piezas que adquirieron durante las victorias de las Guerras Napoleónicas y las campañas arqueológicas y las compras realizadas durante el siglo XIX.