Lo que hizo Félix Marina al crear un vino blanco fue ir a contracorriente de lo que se hacía en la zona, aún sin el amparo de la Denominación de Origen Ribera del Duero puso su empeño en elaborar Vino Feliz.
Durante años, la producción de vino en la Ribera del Duero se limitó a los tintos y a los rosados. Este hecho provocó que muchos viticultores apostaran por sus uvas tempranillo abandonando las cepas de albillo mayor, en muchos casos arrancándolas para aumentar la producción de los vinos que podían optar a la protección de la Denominación de Origen.
Sin embargo, para muchas bodegas la diversificación de sus productos les llevaron a buscar la forma de realizar vinos blancos, en algunos casos hasta cambiando la zona geográfica. De un tiempo a esta parte, cada vez era mayor la necesidad de contar con un vino blanco bajo la etiqueta Ribera del Duero y finalmente, en 2019, llegó el ansiado visto bueno desde Europa. Ya era posible realizar blancos con la uva autóctona de la zona, la albillo mayor, de la cual actualmente se cuenta con aproximadamente 600 hectáreas en toda la Ribera.
Vino Feliz Vino feliz Vino feliz
Félix Marina se presenta diciendo que a él lo que más le gusta es hacer feliz a la gente y en eso consiste su vino. Vino Feliz nace de la inquietud de este ribereño por crear un blanco en la zona que le vio nacer. Cuenta que las cepas del albillo mayor que quedan son muy viejas, de hasta 80 y 100 años, que los racimos son escasos pero con ellos se pueden hacer cosas realmente interesantes, desde vinos más sencillos hasta algunos de guarda de mucha calidad.