Cuando Jesús Sanz, Sanz Makara en redes, conoció como funcionaba el grabado en madera no dudó un instante y buscó la forma de continuar formándose en esta disciplina que le había fascinado.
Jesús trabaja en La Comercial, un espacio de coworking en Valladolid, junto a otros artistas. Allí tiene su sitio, ordenado y recogido. «Somos un montón» comenta, «si no lo tenemos recogido, esto sería un desastre». Este artista se dedica a la xilografía, grabado en relieve, y lo hace con una clara inspiración oriental, confiesa que le encanta todo el simbolismo hindú y tibetano y que, de hecho, su nombre en redes sociales hace alusión a un monstruo marino de la mitología hindú.
Todo empezó en el instituto, cuando Jesús descubrió por medio de un profesor el mundo del grabado en relieve, «me llamaba bastante la atención el hecho de que una vez que hacías una matriz ya podías hacer un tiraje y hacer copias de la misma obra». Y es que para este vallisoletano grabar en madera en como una terapia, requiere imaginación, destreza y sobre todo una parte muy importante de concentración, «no existe una goma para borrar lo que has hecho si cometes un error». En eso es muy parecido al tatuaje, otro de los artes que Jesús practica.
Su proceso de creación empieza con un diseño que normalmente está inspirado en aquello que ese momento le inquiete, ya sea porque lo está leyendo, viendo o viviendo, como es el caso de sus viajes. El diseño tiene que ser plasmado en madera y en negativo porque al pasarlo a papel, genera un efecto espejo. El trabajo con la gubia, la herramienta con la que trabaja la madera, tiene que ser preciso, el mínimo error supondría volver a empezar de cero. Termina entintando, eligiendo un papel que cumpla las características que busca para el diseño y plasmando su obra en él.
En su web, Jesús vende todas sus obras que van desde un sencillo estampado hasta libros de viajes en los que ha plasmado sus sensaciones al viajar por diferentes lugares como, por ejemplo, los Balcanes.
El origen de esta técnica
La xilografía es una técnica de impresión con plancha de madera que se originó en China, aunque existen métodos de impresión en tela anteriores en otras civilizaciones como Egipto.
Aunque el grabado sea una disciplina que se ha usado en diferentes culturas a lo largo de la historia, Oriente tiene mucho que ver con su popularización. Los artistas Hokusai o Yositosi dieron a conocer el Ukiyo-e, un género de grabados mediante xilografía producidos en Japón durante los siglos XVII y XX y que consiguió democratizar el consumo de arte debido a la posibilidad de producirlo en masa.