El brillo mágico de un cajón flamenco

El brillo mágico de un cajón flamenco

Hace unos años, Adrián Martínez comenzó a investigar cómo se hacían los cajones flamencos, tras un tiempo de desarrollo y gracias a la ayuda de algunos amigos músicos ha conseguido crear su propia marca, CHM Percusión y trabajar más allá del taller de carpintería donde comenzó.

A Adrián Martínez le entraron las ganas de descubrir más acerca de los cajones flamencos cuando le llevaron a reparar uno a la carpintería donde trabajaba junto a su padre y hermanos. Gracias a que su familia era amante del flamenco y a que él mismo tocaba la guitarra de pequeño, la curiosidad le llevó a ir un poco más allá. Esto fue por el año 2013 y desde entonces ha conseguido crear su propio sonido y ha innovado tanto en sus productos que pronto pondrá a la venta un modelo de cajón portátil que puede llevarse en una maleta de viaje, el Revolution

Aunque comenzó trabajando con su familia, actualmente, Adrián ya trabaja por su cuenta y fabrica una media de entre 80 y 100 cajones con el nombre de su marca, CHM Percusión. Cuenta que al principio investigaba con retales que encontraba y que el día que comenzó a fabricarlos con abedul, la madera más propicia para ello, se sorprendió al ver cómo sonaba. 

Un cajón flamenco se compone de un cuerpo fabricado en abedul finlandés al que se le atornilla una tapa, también de abedul,  y que cuenta con un agujero de forma circular que sirve para potenciar la emisión del sonido. En el caso de los instrumentos ideados por Adrián la afinación se puede realizar de forma interna y, además, su ergonomía favorece para que quiénes lo toquen estén mucho más cómodos. 

Hoy en día, los cajones de CHM Percusión se pueden ver por toda España e incluso fuera del país, artistas de la talla de India Martínez o El Barrio cuentan con cajones de esta marca.