Una galería de arte fuera de las grandes ciudades

Una galería de arte fuera de las grandes ciudades

Salirse de lo establecido siempre es un acto de valentía pero es la mejor forma de explorar nuevos caminos. El mundo del arte tiene la capacidad de ofrecer ideas realmente innovadoras y de apostar por aquello que en un principio podía parecer que no funcionaría.

La Galería de Arte Rodrigo Juarranz se encuentra en Aranda de Duero, en un lugar en el que a priori cuesta imaginarse que pueda haber un espacio como este. En ella, se dedican a la exposición y promoción de arte contemporáneo, de artistas emergentes y de otros ya consagrados, a nivel nacional e internacional.

Su director, Rodrigo Juarranz, lleva vinculado muchos años al mundo del arte, quizás desde los 10 o los 11 años, sus padres ya tenían una galería. La razón por la que eligió la villa burgalesa para desarrollar su negocio fue la intención de convertir a Aranda en un punto de referencia del arte contemporáneo. Aunque es consciente de que el negocio mayoritario está en Madrid, siente que gracias al trabajo realizado, ha conseguido que ciertos coleccionistas se acerquen también hasta su galería y que incluso, el coleccionismo se genere dentro la propia Aranda de Duero.

Para una galería que se encuentra fuera de los lugares habituales, es indispensable potenciar la visibilidad de esta a través de las redes sociales en distintas plataformas, aprovechando la venta online e incluso a través de las propias ferias de arte que también han apostado por la implementación de espacios virtuales donde se pueden ver los proyectos de cada galerista. Rodrigo insiste en que la importancia actual de internet es clave para casi cualquier ámbito de nuestra vida y sin embargo es indispensable seguir jugando con las compras no virtuales para mantener el aspecto romántico de esta profesión. En sus palabras «la compra de una obra de arte es una experiencia que atesoras, que haces tuya y que te va a acompañar toda la vida».

Más allá de la notoriedad de internet, las galerías de arte tienen una ardua tarea manteniendo el interés de los compradores en un mundo cada vez más saturado y con más competencia. Para ello Rodrigo Juarranz busca sinergias con otras empresas, como por ejemplo bodegas, un hecho que no sorprende al encontrarse situado su negocio en plena Ribera del Duero. Es necesario distinguirse y puede hacerse sin duda «jugando con una colaboración activa entre diferentes mundos».